Nessie
El lunes se murió Nessie, mi amada pecesita.
Era una buena chica, por que era hembra y si llegaran a preguntarse cómo es que lo sabía... bueno, pues, lo sabía! Y mi amiga que es bióloga me dijo que si lo era.
Todos estuvimos muy tristes, sé que era un pez, pero a decir verdad tenía un comportamiento ligeramente canino y unas costumbres muy extrañas que hacían que algunas personas se admirarán de ella.
Por ejemplo, le gustaba que yo le diera de comer en la boquita, sí, yo le daba obleas para pez directamente en la boca y en el tamaño que ella pudiera comerlo sin problema alguno. Como estaba en el comedor, a la hora de la comida se pegaba en el cristal para vernos comer y la verdad es que eso daba algo de miedo. Una vez mi hermana le pidió a mi mamá que le diera de comer a Nessie por que la estaba viendo fíjamente hasta que la intimidó.
No Nessie, los pescaditos no comen esto, tú come tus obleas!
Pobrecita, siempre se ponía muy contenta cuando llegabamos a casa y la saludabamos, nadaba felizmente y luego se ocultaba en su planta.
Recuerdo cuando se la compré, le gustó y empezó a dormirse como canario: en las ramitas de la planta. Se tumbaba de panza en las flores y se quedaba dormida por horas hasta que escuchaba ruidos y se despertaba como loca a ver qué comiamos.
Desde el sabado se empezó a comportar de una forma extraña y no quiso comer y la regañé y se escondió todo el día pero el domingo comió bien y todo, aunque estaba un poco hinchada.
Cuando me senté a desayunar el lunes, con las uñas le di golpecitos a la pecera para que viniera a desayunar, pero ya no vino.
Le di vueltas a la copa (su pecera es una copa muy enorme) por que a veces se dormía tan perdidamente que debía hacer esto para que despertara y se saliera de la planta, y vi como su cuerpecito giró en el fondo junto con las piedritas.
La saqué y estaba toda transparente e inflamada, no sé qué pudo haberle pasado, mi mamá dijo que cuando ella se levantó, Nessi subió a saludar y ella le habló y la pequeña se puso a nadar contenta. Mi papá me regañó y dijo que no la cuidaba bien, aunque en realidad siempre se estaban quejando de que la cuidaba demasiado y de que la sobreprotegía (?!) y dijo que ya no quiere que tenga más peces.
Pobrecita Nessie, la extraño mucho, después de casi siete meses me había acostumbrado a estar viéndola y hablándole todo el rato.
Pero ahora está feliz en el cielo de los peces, donde sí podrá comer todo lo que quiera.
Comentarios
Adios Nessie.... :'3