Amor a largo plazo

Este fin de semana fue de aniversarios dignos de festejarse.
Bueno, no precisamente el fin de semana, pero algo así.

El domingo fue cumpleaños de mi suegro, el genial papá de Manuel, ayer fue el aniversario número treinta de mis padres como matrimonio, y el día de hoy es el cumpleaños de mi papá.

En lo que respecta a mi suegro, he de decir que es una persona de lo más genial; le tomé cariño muy pronto por que es simpático y todo el tiempo me está haciendo reír (y también a su esposa) por que es súper ocurrente y tiene una imaginación que ya quisiera yo tener.
En otras palabras, es Manuel con unos años extra.

Sí, fue esa capacidad de hacerme reír ilimitadamente lo que me enamoró de él.
Pero hablaré de eso en otro momento.

Ahora, tomando el tema del aniversario de bodas de mis papás, él le regaló un GIGANTESCO ramo de rosas a mi mamá con una enorme nota que dice:

Gracias por regalarme 30 maravillosos años de tu vida.

4 de octubre de 1980 - 4 de octubre de 2010

Fue un detalle por demás romántico y yo, como buena hija que soy, he de confesar que es la primera vez en toda la vida que llevo con ellos, que él le trae rosas.

Y ella se conmovió tanto que se le salieron las lágrimas.

Él por su parte no suele ser de las personas que demuestren sus sentimientos tan fácilmente, así que la abrazó y le dijo

-Me hubieras dicho que no te gustaban las flores y no te las compraba, pero no llores que ya mismo las regreso...

Ella se rió y fue feliz.

Mi papá me dijo que cuando se marchiten las deshoje todas y las ponga a hervir para que se me quede el agua de rosas, ya sabe que me encanta todo eso de los menjurjes para la cara y el pelo, bla, bla, bla.

Ha sido lindo tener una familia así, como en todas, con altibajos y malos momentos, unos tristes, otros peores, pero creo que lo importante es que al final suceden cosas como esa que aunque sea poquito, deja ver que no es mentira el amor a largo plazo.

Eso es lo más bonito y en cierto modo, también es esperanzador.

Por que en la actualidad en todos lados se muestra un recalcitrante rechazo hacia la creencia del amor eterno; y no hablo del matrimonio por x religión o por el civil, el amor está más allá de lo que el humano puede malear o mandar. 

Me refiero a que es muy fácil dejar morir una relación y divorciarse/ separarse, mucho más fácil que invertir un poquito de tiempo en recuperar y reencontrar aquello que unió a la pareja. 

Yo creo firmemente que siempre se puede.

Siempre y cuando ambos estén de acuerdo, de lo contrario no hay nada que hacer.

Será que no lo he vivido, pero me parece sencillo.

Espero nunca necesitar de mis propios consejos, por que están basados en libros que casi nunca describen la realidad como tal como es...